Robótica educativa a manos de un compañero de clase.
La Robótica Educativa es un sistema de enseñanza de carácter interdisciplinar que potencia el desarrollo de competencias y habilidades del alumnado.
Este sistema de enseñanza tiene un carácter interdisciplinar debido a que abarca áres de diversas asignaturas del programa escolar. De este modo, en los cursos de Robótica Educativa que están bien estructurados, se trabajan áreas como Tecnología, Ciencias, Matemáticas e Ingeniería, además de Creatividad y Lingüística.
Las competencias y las habilidades del alumnado se desarrollan de una manera efectiva debido a que si los cursos están planteados adecuadamente, se plantean una serie de actividades que el alumnado debe de ser capaz de resolver, como retos en grupo aportando soluciones que sean elaborados entre todos los miembros del grupo. De este modo, se trabajan aspectos como:
- Trabajo en equipo
- Liderazgo
- Aprendizaje a partir de errores
- Emprendimiento
Cuando se realizan aportaciones cuyas soluciones son válidas y probadas, se fortalece en liderazgo de los alumnos, ya que adquieren confianza en su capacidad de resolver retos cada vez más complejos y aprenden que un buen líder es aquel que se apoya en su equipo para conseguir objetivos, no el que pretende llevar a cabo una acción él sólo.
Los modelos que se construyen van normalmente acompañados de un programa informático que consigue que el robot ejecute las órdenes (como desplazarse, identificar colores, medir las distancias a un objeto, etc). El objetivo no es que los alumnos sean unos maestros de la programación. Además, los sistemas que se emplean suelen estar basados en iconos e instrucciones escritas. De este modo, lo que se pretende es que el alumnado se familiarice con los dispositivos programables, los cuales están cada vez más presentes en nuestra sociedad (teléfonos móviles, ordenadores, etc). Con esta capacidad de entender cómo se programan los robots, se adquiere esta habilidad la cual les será muy útil en un futuro.
En el proceso del curso, se aumenta el nivel de dificultad de los retos, de manera que haya un equilibrio entre la dificultad y la capacidad de los alumnos para resolverlo, evitando así que los alumnos se aburran por ser demasiado sencillos para sus capacidades.
Por estas razones, esta actividad es beneficiosa para los alumnos ya que se les ayuda a desarrollar sus habilidades y competencias necesarias para el futuro profesional y personal, fomentando el interés en las ciencias, matemáticas, tecnología e ingeniería.
Además, la activad tiene un alto componente lúdico, intrínseco a la construcción de modelos, discusión de las mejores soluciones con otros alumnos, etc. Este aspecto es lo que remata el éxito de la actividad, ya que no sólo es ideal desde el punto de vista de los padres, sino que también lo será desde la visión de los niños.
Bajo mi punto de vista, la práctica que hemos realizado ha sido muy entretenida y divertida, ya que todo venía muy bien explicado en las instrucciones de LEGO, especificando qué piezas había que utilizar y en qué posición. En cuanto a la parte de programación, hemos empleado Scratch, una sencilla herramienta para establecer comandos que indicaran si queríamos que la avioneta sonara, girara más rápido o más despacio. Sin duda alguna, al igual que ha sido interesante para nosotros y hemos disfrutado con su realización, para los alumnos tiene que ser incluso más, además de ser algo motivador y manipulativo, donde también considero que se fomenta la cooperación entre iguales, ya que si teníamos una duda nos ayudábamos también entre nosotros.
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